miércoles, 24 de marzo de 2010

Veo, veo,… qué ves?

No hay más sordo que el que no quiere oír, ni más ciego que el que no quiere ver.

Las señales están ahí fuera, y las oportunidades también. Entonces, ¿por qué no todos tienen éxito? Inexplicablemente, con el exceso de información actual solo un pequeño porcentaje de las innovaciones triunfan en el mercado. Entonces, es necesaria más información?


Ya sabemos que todo extremo es malo, ya sea por contar con nada de información como por estar “infoxicado”. Pero este no es el problema, sino los modelos mentales que nublan la visión de quienes están al frente de las organizaciones.


La mente humana es limitada, al menos en su uso, y si a esto le sumamos la percepción selectiva originada por los mind-sets que influyen en nuestras expectativas, finalmente veremos lo que queremos ver o lo más conveniente para nosotros.


No necesitamos más información sino reconocer que nuestra capacidad de entender la realidad está limitada por nuestra cultura, nuestra educación, nuestros valores y experiencias pasadas que nos llevan a construir nuestra propia versión de la realidad. Por ello es preciso contar con técnicas y metodologías de análisis que desempañen el cristal a través del cual miramos: nuestra mente.


Si esto no es cierto, por favor dígame si son correctas las frases familiares de siguiente figura.


Fuente imagen: Heuer, R. Center for the Study of Intelligence

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