domingo, 27 de junio de 2010

Calidad Institucional e Innovación

Hace pocos días, asistí a una presentación de un interesante estudio académico sobre este tema, en el contexto de una prestigiosa institución especializada en la Competitividad. Y “hasta aquí puedo decir…”

Como adicto a la Innovación, esperaba enriquecer mi espíritu con nuevos conocimientos y temas de reflexión sobre cómo se percibe la potencialidad innovadora de las instituciones desde la óptica académica universitaria. No siendo yo investigador académico, sino más bien empírico, mis expectativas eran, a priori, razonablemente coherentes.

Me encontré con una audiencia escasa, puramente universitaria, probablemente de doctorandos e investigadores, economistas, en su mayoría bastante jóvenes. El discurso del veterano catedrático, bastante abstracto, sobre la naturaleza y aportación de las Instituciones, incluyendo teorías de diversos autores al parecer consagrados, y sus propias propuestas doctrinales sobre la eficiencia de diversas alternativas de sistemas de indicadores para medir la calidad institucional, me resultó interesante, si bien no demasiado convergente con mis expectativas.

Pero llegó finalmente la hora de introducir la Innovación, para luego relacionar ambos ámbitos, y ello impulsó mi interés hacia cotas más elevadas, pues esperaba, de un modo u otro, conocer cómo entienden, e implementan, las Instituciones su orientación hacia la Innovación. Ese fue mi error: realmente, lo que recibí fue la forma en que los investigadores plantean la óptima relación, en clave económica, entre ambas entidades conceptuales, su Calidad Institucional y la Innovación.

Y, para decir la verdad, me sorprendió su aportación…por lo convencional. Escuché, una vez más, que la explotación, por parte de la Instituciones, de las Oportunidades Tecnológicas, y su propio enfoque de Adaptación al Cambio determina su capacidad de Innovación. También se habló, una sola vez, de proactividad, bien seguro, y hasta se mencionó “…si fuera posible, de anticipación a los cambios…”, siempre en clave posibilista, quasi utópica.

Salí de allí un tanto triste, pensando en lo poco que apreciaban el potencial de la Innovación…y, también, en lo poco que conocían sobre experiencias reales de Inteligencia Territorial, donde las Instituciones han sabido aglutinar todos los agentes del entorno alrededor de una visión de un futuro de desarrollo social y económico…gracias a la Inteligencia Competitiva.

Claro está que la juventud (envidiable, bien es cierto) de la gran mayoría de investigadores presentes justificaba su embelesada atención…Me pregunté cuántos de ellos habían trabajado realmente en las Instituciones, o habían colaborado profesionalmente con algunas de ellas…

¿Cuánto tardará en llegar a nuestras empresas e instituciones el “efecto Bolonia”?

¿No sería bueno obligar a los investigadores a salir de sus bibliotecas y laboratorios a conocer el mundo real?

¿Y exigir a todos los profesores de enseñanza universitaria, además de conocimientos teóricos, un curriculum personal de ejercicio profesional de su disciplina docente?

El Conocimiento es dinero. Siempre fue asi

El conocimiento es dinero. Esto es ahora más cierto que nunca. Quien no ha querido conocer los resultados de una quiniela el día antes de los partidos, o el nombre de la empresa en la que debía invertir por que las acciones se dispararon al día siguiente? Esto como sabéis no es posible. Nos movemos en un mundo de incertidumbre pero no olvidemos que gracias a ella existen las oportunidades para hacernos ricos, hacer crecer nuestros negocios o las empresas donde trabajamos y nos dan de comer. Esa es la grandeza del mercado pero esto ya es otro tema. Hoy quiero hablar de cómo el conocimiento es dinero.


Lo principal para entender esto, es que este es un mundo de carencias, de recursos escasos pero sobre todo de problemas comunes. Si yo necesito desplazarme a otro ciudad, tengo un problema de trasporte, si lo que busco es comunicarme con mis padres al otro lado del atlántico, es un problema de comunicaciones, y así sucesivamente. Lo que intento decir es que el conocimiento aplicado a la solución de un problema concreto es inevitablemente algo de valor que tiene una medida monetaria en nuestra sociedad. Si nos saltamos este razonamiento, es obvio que el conocimiento es dinero siempre y cuando antes, el conocimiento sea la solución rentable a un problema común de un grupo de personas o una industria. Cuando nuestras organizaciones ofrecen soluciones a un problema concreto de un grupo de personas, recibimos dinero rentable por el valor aportado desde nuestra empresa. Sabéis como se llama esto ahora? Muchos ya lo habréis pensado y os estaréis riendo, si se le llama INNOVAR. Palabra que se ha puesto de moda. El problema de las modas es que rápidamente la palabra pierde significado, es decir nos centramos tanto en la palabra, pensamos tanto en ella, como INNOVAR en mi empresa, que grande es INNOVAR, que difícil es INNOVAR ohhhhh… que hemos olvidado su contenido. Innovar no es más que el proceso de solucionar un problema real o bien mejorar una solución previa generando dinero rentable para mi o mi organización. Hoy con la crisis el “palabro” suena extraño o ajeno, incluso algunos reniegan de la palabra… pero no nos engañemos por que cuantos más problemas seamos capaces de solucionar rentablemente, más dinero recibiremos y cuanto más lo hagamos mas grandes nos volveremos y más fácil será el proceso. Esto es una realidad palmaria en nuestro entorno actual donde aparecen y desaparen las empresas de una forma acelerada. Solo las organizaciones que son capaces de solucionar problemas rentablemente permanecen, el resto estan condenadas a languidecer en esta economia de supervivencia.

A pesar de que las organizaciones para las que trabajamos, solucionan uno o varios problemas concretos, en muchas ocasiones no somos capaces de repetir el proceso, desconocemos como repetirlo continuamente y eso es porque la organización una vez ha generado el conocimiento suficiente para solucionar un problema, esta preparada para repetir la solución, pero no para encontrar nuevos problemas que solucionar. Eso es porque es mas fácil resolver sumas o restas una vez que has aprendido como hacerlo que intentar aprender a multiplicar o dividir perdiéndose la oportunidad de generar mas negocio e incluso llegando un momento en el que estas fuera del mercado. La diferencia entre un negocio innovador y otro que no lo es, esta en que el primero opera bajo el esquema de aprender a solucionar más problemas para obtener más dinero generando nuevo conocimiento y asi sucesivamente. Es decir en no acomodarse y orientar una parte de los esfuerzos en buscar nuevos problemas que solucionar. Los negocios que entienden esto, normalmente se apoyan en herramientas como la vigilancia e inteligencia estratégica para buscar problemas y soluciones a problemas que les permitan generar el conocimiento necesario para generar dinero. Lo que intento trasmitir, es que en esta era, como en la anterior el conocimiento es dinero y nuestra capacidad para generar conocimiento es la habilidad que marca el éxito, el ser o no ser.

Estamos en crisis y seguiremos en crisis al menos durante buena parte de esta década, las empresas ya han ajustado en todo lo posible los costes en esta estrategia no hay mas margen, por lo que las empresas que quieran sobrevivir, serán aquellas que logren aumentar sus ventas no por que aumente su demanda sino por que serán capaces de ampliar su contexto (visión) creando nuevos contenidos (conocimiento) a través de las búsqueda de soluciones a problemas comunes de varias personas (innovación) de un nuevo entorno o realidad. La buena noticia es que ahora puede multiplicar este proceso a bajo coste mediante la implementación de sistemas y herramienta como la vigilancia e inteligencia competitiva que van mas allá de lo que muchos sospechamos sobre todo en un mundo donde su competidor ya esta tratando de solucionar los problemas de sus clientes actuales.

Peio Archanco

ASEPIC, nuestra asociacion de Inteligencia, segunda etapa

Amigos, ASEPIC, nuestra asociacion de Inteligencia Competitiva empieza su segunda etapa.
Este martes 29 de junio, tendremos la asamblea anual, primera de la segunda etapa que nombrara a la primera junta directiva por desiganacion directa de la asamblea, que sustituira a la hasta ahora junta fudacional provisional, en la que INFOCENTER como vicepresidente ha tomado un papel relevante. La etapa que finaliza, nos ha dado una junta unitaria, que ha sumado dos tendencias, dos formas de ver la IC para apoyar un proyecto comun, capaz de aunar un muy ilusionante proyecto de IC para nuestro pais. Empresas como La Caixa, Acciona, Prospektiker, INDRA, EULEN, CITEAN entre otros ya hemos tomado la iniciativa de hacernos cargo de la divulgaion de esta disciplina tan pegada a la INNOVACION.
Desde aqui animamos a todos los INNOVANDANDO a sumarse a ASEPIC de forma activa, solicitando su admision como socios en http://www.asepic.es/ o contactando con nosotros  en r.archanco@infocenter.es
Si apostamos por la innovacion y la IC hay que implicarse,..
Un saludo y a disfrutar